La mano que te da de comer... parece siempre la de tu madre

"No muerdas la mano que te da de comer", dice el saber popular. Yo añado que siempre es la de tu madre. Y no porque lo diga yo, ni porque esa regla se cumpla o no en mi casa con vosotras. Lo dicen todas las marcas relacionadas con nutrición infantil que hay en el mercado y a las que la tía Helena nos suscribió cuando nacisteis las dos.

El objetivo era conseguir algunas muestras gratis e información a veces útil, que con dos niñas nunca viene mal algún regalito que otro. Todo ayuda. Esta avalancha de correos publicitarios, reclamos, anuncios, ofertas e información sobre los bebés, su nutrición y "todo lo que tienes que saber sobre su crecimiento" no va dirigida casi nunca a los papás. Así que, regla de tres. Las mamás son las únicas que preparan la comida en casa, las que eligen en el supermercado qué se compra para los bebés, las que escogen los pañales, las que se preocupan del cuidado de los niños. Las marcas lo estudian y saben a qué público dirigirse. Y la realidad es que siempre se dirigen a las madres. ¿Será verdad entonces?

Merece la pena que os cuente que algunas se están modernizando un poco: Nutribén en su página web habla en general a un solo progenitor que lo mismo puede ser el padre que la madre (ya podían haber optado por un democrático plural), y Huggies va más allá y ¡tiene un apartado específico para los padres! (¿Son refrescantes signos de progreso?).

Lo malo es que cuando van creciendo los niños parece que la cosa no cambia mucho. A juzgar por los anuncios, las mamás son las únicas que hacen la merienda, el bocadillo o lo que toque. Se encargan de elegir el paté, el fuet, la nocilla o la leche del desayuno. Parece que hasta son las que compran la Coca-cola escuchando a ese adolescente aparentemente ingenioso que cuenta, como directivo de la empresa, las numerosas novedades del producto. Todas las novedades se las dice a las mamás, claro. Porque ¿quién elige qué hay en la nevera?

Y la ropa, además de escogerla las madres, por supuesto, la lavan: que no es lo mismo Wipp Express, que Ariel, o Mercadona. O sí es lo mismo. Todos parece que los usan las madres. ¿Pensarán los anunciantes y las marcas que los padres tienen una incapacidad genética para acercarse al bombo? ¿Al final tendré que darle la razón al abuelo Jesús con lo de las neuronas de la plancha? En realidad, tengo en la memoria borroso algún anuncio en el que aparecen caballeros poniendo la lavadora (lo buscaré, lo prometo). Y recuerdo cómo fue noticia una campaña de un detergente titulada "Ellos también pueden".

Yo entiendo que los estudios de mercado dirán lo que dicen, y si dicen que tus clientes son las madres, será cierto. Y si son ellas, a ellas habrá que dirigirse. Sólo me pasa que a veces pienso que las empresas podían en ocasiones ir más allá de vender, que eso sería interesante. Que podrían ayudar a cambiar la manera de pensar y la imagen del cuidado de los niños. Sólo me pasa que no veo yo a muchos papás preocupados porque no les incluyan, que se quejen un poco porque no se dirijan a ellos, que digan: "oiga, que yo también hago la merienda, compro y hago la comida a mi hijo, y me preocupa el cuidado de mi bebé". ¿Será por comodidad, es más cómodo ser iguales pero poco? ¿Será porque son asuntos tan nimios que no merece la pena discutir ni quejarse un poquito? ¿Están dejando las fuerzas para otras batallas más importantes en las que quieren ser protagonistas de la educación de sus hijos?

6 comentarios:

  1. Es la ley del minimo esfuerzo ,chavala....todo lo que uno se pueda escaquear!!!!!!
    Y que de momento y a pesar de las escepciones ,la sociedad sigue siendo machista y a veces son las propias mujeres las que lo fomentan.
    Bueno ,bueno ,sigamos con la lucha ,no violenta desde luego pero de cocienciación. !!!!hija ,cómo me has salido!!!!

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  2. Estupendo blog.

    Me encanta que sea para las peques. El diseño y los enlaces son muy chulos y el toque retro me parece muy original. Tienes aquí una fan.

    Llevas razón en todo. Cuando somos jóvenes no nos damos cuenta de lo malo que ha sido el machismo pero cuando empezamos a trabajar y somos madres la cosa cambia. Seguiremos luchando contra esta injusticia social y sin cansarnos.

    De todas formas se debe reconocer que cada vez hay más padres que participan en las tareas del día a día con sus hij@s, pero yo aún no me lo he encontrado, qué pena porque ese será el hombre de mi vida.

    P.d: Por cierto, la publi debería pagarte.

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  3. Jo, la verdad es que me ha gustado eso de que las empresas podrían ir más allá de vender; me imagino que obviamente son conscientes del impacto que tienen, pero la perspectiva de cambiar la percepción inconsciente/consciente de las labores de casa y el rol de los diferentes elementos de la familia, podría ser para aquellas empresas que "venden" y para sus trabajadores, un objetivo "más noble", la posibilidad de tener un impacto a mejor en la forma de pensar.
    Los trabajadores, como han demonstrado varios estudios, quieren un objetivo en sus trabajos ... a mi desde luego, si trabajara en el sector de la creatividad/venta/marketing me gustaría que así fuera ... me motivaría bastante, la verdad, lo que equivaldría a un mejor rendimiento, que revertiría en la empresa ...¿no es bonito imaginarnos una sociedad con posibilidades?

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  4. Pues sí, Silvia. La verdad es que es lo bonito, imaginarse una sociedad con posibilidades. Si no,apagay vámonos. Además, cada vez estoy más convencida que cuanto más te hacen creer que tu trabajo "vale", más y mejor trabajas. Creo yo.

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  5. Tus últimas preguntas son las mismas que nos cuestionamos muchas mujeres. Yo intento preguntarle directamente, no me quedo con la duda y me sorprende ver que se comen la cabeza la mitad de la mitad, no es que sean cómodos, no es que no tengan sensibilidad ante la discriminación que también sufren ellos, no es que no les guste quejarse, no es que dosifiquen las fuerzas para otras batallas,...simplemente tienen otra percepción de la realidad...
    ¿Cuantos hombres conoces que no pueden contener la lagrima viendo una película? ¿Cuantas mujeres conoces disfrutan viendo una de zombies? Creo que con eso lo digo todo. Generalizando, las mujeres nos metemos en la piel de los personajes ya sean de una película o de un anuncio publicitario, mientras que ellos siempre son espectadores de las pelis o de los anuncios. Si los publicistas no son tontos. Ahí radica el porque en los anuncios dirigidos a mujeres siempre están protagonizados por ellas, mientras los dirigidos a hombres, no. No soy publicista, pero creo que lo tienen todo fríamente calculado.

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  6. El cálculo de los anunciantes, lo entiendo. No tienen por qué tener deseos altruistas y generosos. Pero no el de algunos sectores masculinos. Y la verdad es que a mí el argumento de que tienen otra percepción... no me sirve mucho: la tienen, probablemente y en eso estoy de acuerdo contigo. Pero ¿eso les exime de responsabilizarse de determinadas tareas, de estar pendientes de todas y cada una de las necesidades de sus hijos? No lo veo.

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