Cuestión de neuronas

Las vueltas empezaron con una conversación con el abuelo: que si yo no plancho, que si a ver ahora es que no tienes neuronas de planchar, que yo no tengo, que ya las vas entrenando, que vaya guasa que te traes, que la próxima navidad te cae una plancha y un delantal, que hago de todo menos eso, que te cae, te lo prometo.

Y desde entonces, sigo centrifugando.